Pero, al mediodía nos volvimos a encontrar los cuatro y almorzamos en la cantina inglesa frente al Museo Británico. Después entramos al museo y lo recorrimos cada uno a su tiempo y volvimos a separar los caminos. Pablo y Fabi se encontraron con Zeta, un amigo de ellos que vive en Londres y se fueron a South Bank, una terraza del Royal Hall frente al London Eye, a tomar unas cervezas.
Nosotros nos tomamos un colectivo hacia Camden Town, el mercado más loco que conocimos en nuestros viajes, con sus vericuetos, callecitas perdidas, locales ciberpunks, y puestitos de comidas étnicas. Después de pasear algunas horas (uno podría quedarse un día entero) y comprar unas cenas congeladas fuimos a descansar un rato al departamento.
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